Pedalear por los Pirineos es una experiencia inolvidable, donde los desafiantes collados te ponen a prueba hasta el límite. Los tropiezos contra las empinadas cuestas, el sonido de tu respiración y la sensación de esfuerzo hacen que cada vuelta sea única. Las impresionantes montañas y las sobrecogedoras vistas hacen que el esfuerzo merezca más que la pena. ¡Una verdadera prueba para cualquier ciclista!